Cada vez hay más niños afectados por piel sensible o piel atópica, ya sea por la contaminación o el estilo moderno de vida. Las causas no están muy claras, pero las medidas de prevención y de cuidados para evitar los brotes de dermatitis atópica están muy claras.
Hay que tener en cuenta que el cuidado de la piel es muy importante, porque la piel es en realidad nuestro órgano de mayor tamaño. Tiene una superficie de aproximadamente 2 metros cuadrados y un peso de 5 kg.
Es la parte de nuestro cuerpo más expuesta a las agresiones externas y es nuestra barrera protectora que defiende nuestro organismo del medio que le rodea.
Diariamente tiene que luchar contra el frío, calor, viento, contaminación y multitud de agresiones externas.
La limpieza, la hidratación y la protección de la piel atópica siempre se debe realizar con productos que no afecten negativamente la piel. Hay que evitar jabones agresivos, exceso de perfumes o alcohol, parabenos, etc.
Y este punto tenemos que tener en mente que no es lo mismo limpiar y proteger una piel de un niño, que hacer lo mismo cuando se tiene 50 años.
La piel de un bebé o de un niño es suave, pero también es frágil y requiere de una mayor protección, sobre todo si estamos hablando de una piel más sensible que la normal.
Consejospara los padres de niños que presentan dermatitis atópica en el cuerpo
Bañe el niño con agua templada, pero no caliente.
Límite el tiempo de baño a unos 5 -10 minutos.
No haga un baño de burbujas.
Aplique el emoliente al menos dos veces al día.
Mantenga cortas las uñas del niño para que no pueda rascarse y herirse la piel.
Ponga guantes de algodón al niño por la noche para evitar que se rasque al dormir.
Mantenga fresca la temperatura de la habitación y baja la humedad ambiental.
Puede ser buena idea dar al niño un peluche o muñeco para que lo rasque, así puede reducir su necesidad de rascar su propia piel.
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