Detras de un lunar puede existir un cáncer capaz de acabar con la vida, por eso es importante que todo lunar sea examinado por un Dermatólogo. La pregunta que todos nos hacemos cuando tenemos un lunar es si se trata de uno maligno, si se trata de algo que puede poner en peligro nuestra vida. Por esta razón traemos a continuación 9 pistas o señales que nos enseñan los dermatólogos, signos que nos deben alarmar sobre el potencial maligno de un lunar.
- Si el lunar tiene bordes irregulares; es decir, si los bordes no están bien definidos y usted no puede definir con exactitud dónde empieza y dónde termina la lesión.
- La mayoría de los lunares benignos son redondos. Cuando no es así, es decir, cuando las dos mitades del lunar no son iguales debemos alertarnos y vigilarlo con atención. Esto es lo que los dermatólogos denominan asimetría.
- Si el lunar presenta más de un color. Por ejemplo, que un mismo lunar tenga tono café, negro y rojo, esto también debe ser tenido en cuenta como signo de alarma y debe conducirnos a estudiar con más rigor la lesión que tenemos.
- Cuando un lunar mide más de 1 centímetro de diámetro o ha crecido desde la revisión anterior, también debemos alertarnos.
- Cuando el lunar se inflama, pica, duele, sangra o tiene una úlcera (lesión abierta encima de la superficie del lunar) debemos sospechar de su potencial maligno.
- Si el lunar aparece de forma busca y se pone de color negro.
- Si tiene muchos lunares quizá sea más difícil para usted estar atento a cualquier cambio que ellos puedan presentar y en tal caso es de utilidad la consulta periódica con un dermatólogo.
- Si en su familia hay antecedentes de cáncer de piel o lunares malignos también es importante consultar, no porque los lunares malignos sean hereditarios, sino porque usted comparte con sus familiares el mismo tipo de piel que lo hace más susceptible a padecer este tipo de enfermedades.
- Siempre que usted tenga la duda es importante consultar con un Dermatólogo.
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