viernes, 2 de marzo de 2018

¿Que es la intolerancia al gluten?

Aproximadamente el 1% de la población mundial es celíaca, es decir, padece intolerancia al gluten, un conjunto de proteínas que se encuentra sobre todo en cereales como el trigo y la cebada. Sin embargo, los médicos creen que son muchas más las personas que sufren la enfermedad celíaca pero aún no lo saben. La razón es sencilla: los síntomas de la intolerancia al gluten son numerosos pero inespecíficos, es decir, no hay una señal clara de que se tiene celiaquía.
Lo mismo ocurre con la sensibilidad al gluten no celíaca, que, pese a compartir la mayoría de los posibles síntomas, no es lo mismo que la intolerancia. En el primer caso el paciente únicamente tiene molestias debido a la ingesta del gluten, mientras que en el segundo la proteína puede provocar la atrofia de las vellosidades del intestino, lo que conduce a una mala absorción de los nutrientes.
El único remedio contra la celiaquía, y también contra la sensibilidad, es seguir una dieta libre de gluten, y cuanto antes, mejor, para que el daño en el sistema digestivo sea mínimo. Por eso te contamos cuáles son los síntomas más frecuentes de la intolerancia y la sensibilidad al gluten, para que si sospechas de que padeces alguna de estas dolencias acudas al médico lo más pronto posible.
Molestias digestivas
Las molestias digestivas son una señal de que algo no va bien. En los niños, la intolerancia al gluten se manifiesta a menudo con diarrea, vómitos o estreñimiento, que son síntomas de desnutrición. En el caso de los adultos es más complejo. Hay quien tiene diarrea, quien sufre distensión abdominal después de las comidas (hincha), quien se queja de dolor de estómago… Las molestias digestivas también son las primeras que desaparecen cuando el paciente inicia una dieta libre de gluten.
Un síntoma relacionado es la pérdida de peso cuando no se corresponde al volumen de alimentos que ingiere el afectado. Aunque en algunos casos la celiaquía se manifiesta al revés: con más kilos en la báscula.

Fatiga

Como el gluten dificulta la absorción de nutrientes, nuestro cuerpo trabaja el doble durante la digestión, en un esfuerzo por intentar hacerse con nutrientes básicos como son las vitaminas. Ese sobresfuerzo genera en el enfermo fatiga. No se trata del habitual sopor después de comer, sino de un cansancio extremo que influye en los movimientos, la concentración…
En este sentido, hay que tener en cuenta que la fatiga puede ser síntoma de muchas otras dolencias.
  • 1. Dolor abdominal (70%),
  • 2. Distensión y diarrea (33%)
  • 3. Cefalea (35%)
  • 4. Mente abrumada (se desconoce el porcentaje)
  • 5. Anemia (20%)
  • 6. Eccema (40%)
  • 7. Fatiga (33%)
  • 8. Depresión (22%)
  • 9. Dolor/molestias en piernas/ brazos/dedos (20%)
  • 10. Dolores articulares (11%).











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