¿En qué consiste la enuresis nocturna?
La enuresis nocturna es el término médico que define a la incontinencia urinaria (hacerse pis) que afecta al niño durante la noche. El niño puede tener dificultades para reconocer cuándo su vejiga está llena, incluso estando despierto, por lo que puede orinarse involuntariamente en cualquier momento del día o de la noche. La enuresis nocturna es cuando el niño moja la cama durante las horas del sueño. Cuando el niño se orina durante el día, se llama enuresis diurna. Se trata de dos condiciones clínicas muy diferentes.
Causas
En la mayoría de los casos, la enuresis nocturna ocurre simplemente porque su niño duerme profundamente y no se despierta cuando su vejiga está llena.
A menudo, la tendencia de mojar la cama tiene un componente hereditario. Su usted padeció enuresis nocturna, es probable que su hijo también la padezca.
En casos muy raros, la diabetes de tipo 1 o defectos congénitos del tracto urinario pueden ser la causa de la enuresis. Sin embargo, estas afecciones no sólo causan enuresis nocturna, sino también síntomas diurnos. Por ello, si su niño no presenta síntomas diurnos, usted debería tener la tranquilidad de que el niño es completamente sano.
Los problemas emocionales y de conducta, como la ansiedad, una mudanza o el nacimiento de un hermano, no son en sí causas de enuresis nocturna, aunque la ansiedad y la falta de autoestima pueden sobrevenir si la enuresis se la trata como un problema del niño cuando, en realidad, es simplemente un “problema” de lavandería.
Cuándo se debe consultar al médico?
Tal vez sea necesario pedir un turno con el pediatra si la enuresis se presenta durante el día Y continúa cuando el niño tiene 6 años o más.
Su niño deberá ver a un médico si, después de un período de 6 meses completamente “seco”, aparece súbitamente la enuresis.
Tratamientos y fármacos
En el caso de la enuresis diurna, si el pediatra encuentra una causa física de la misma, podrá prescribir medicamentos (tales como antibióticos, para tratar una infección urinaria).
En el caso de la enuresis nocturna, el médico podrá prescribir una hormona llamada desmopresina (DDAVP), pero sólo para cuando el niño se quede a dormir en la casa de un amigo o esté en un campamento.
Cómo ayudar al niño que padece enuresis
Su niño necesitará su consuelo y su comprensión. El aliento y el refuerzo positivo (felicitarlo por las “noches secas”) ya no se recomiendan, dado que es difícil convencer a un niño de que no hay motivos para sentir culpa en las noches con enuresis cuando lo felicitamos por las noches sin ella. Recordar delicadamente al niño que orine antes de acostarse puede ser de utilidad, pero despertarlo durante la noche para que lo haga puede ser más un problema que una ayuda. La mayor parte de los niños dejan de orinarse en la cama sin tratamiento alguno.
Controle sus enojos y consuele al niño
Si usted está constantemente lavando las sábanas del niño, es esperable que se sienta frustrado. Sin embargo, en vez de castigar o humillar a su niño, consuélelo diciéndole que no es su culpa, y que esto se solucionará con el tiempo.
Los otros miembros de la familia también deberían ser sensibles a esta dificultad del niño. No permita que otros miembros de la familia hagan bromas o se burlen de su niño.
Otros consejos basados en el sentido común:
- Recuerde a su niño que se levante en la noche para ir al baño.
- Asegúrese de que el camino al baño sea accesible para él.
- Estimule a su niño a ir al baño antes de acostarse. Otra opción es pedir a su niño que vaya al baño al comienzo de su rutina antes de acostarse, y otra vez inmediatamente antes de ir a la cama.
- Coloque una funda plástica sobre el colchón.
- Incluya al niño en toda rutina matinal de lavado, pero de una manera que no sea humillante ni punitiva.
Puntos clave
- La enuresis nocturna es común en niños pequeños.
- Cada niño desarrolla el control de la vejiga a su propio ritmo.
- Consulte a un médico si su niño tiene dificultad para controlar la vejiga durante el día y la noche después de los 6 años de edad.
- Parte del tratamiento consiste en consolar y recordar delicadamente al niño la rutina del cuarto de baño.
- El castigo y la humillación no ayudarán al niño a desarrollar un mejor control de la vejiga.
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